Page 17 - Cronicas a través de India - CAPITULOS 1 a 5
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correrme en el momento correcto, no sin haber sufrido lo necesario como para darme
cuenta que no estaba nada bien ahí donde estaba.
Estaba dándolo todo pero mal y mi cuerpo empezó a mostrarlo poco a poco. No comía
bien, no dormía bien, ni vivía bien tampoco.
Mis sesiones con mi psicóloga se habían vuelto monotemáticas. Sabía lo que tenía
que hacer, pero no podía hacerlo.
Aún sigo sin entender esta historia. Si fue el amor más grande de mi vida o la mayor
obsesión de mi ego. No puedo responder, simplemente no puedo ver ahí. Es como si
mi corazón hubiera cerrado la puerta pero hubiera dejado adentro un lío inmenso al
que no pude encontrarle explicación. Por suerte ya dejé de buscarla, pero aun tengo la
llave y ese departamento todavía está a mi nombre.
Cerré con llave y me alejé, como quien ve una cucaracha voladora enorme en un
cuarto pequeño y toma la solución más inteligente: caminar hacia la salida sin dejar
de mirarla, cerrar la puerta, salir corriendo y poner una bomba en la casa que lo
vuele todo. Nadie puede contra una cucaracha voladora, tiene todos los poderes
juntos, es como un superhéroe del mal. De la misma manera salí corriendo de mi
cucaracha voladora, que en realidad era puro amor, solo que no sabíamos cómo
hacerlo juntos.
Esta vez sin tono de huida. Era una pelea propia.
Volver a Argentina, a "casa" , era una solución reconfortante, pero no iba a darme las
respuestas que necesitaba. Ya lo había hecho, no había funcionado. Me hacía falta
algo más fuerte, algo con efecto de choque, como un electroshock. Hacía mucho
tiempo que no estaba siendo feliz.
Que pregunta grande la felicidad, ¿no?
Unos días atrás había hablado con unos hombres que podían hablar con las almas
(“ las muertas y las vivas también!”- me dijo mi amiga). Ellos sanaban los linajes
familiares.
Me preguntaron qué me hacía feliz. Me encontré en blanco, no supe qué responder.