Page 43 - Cronicas a través de India - CAPITULOS 1 a 5
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rubia   cheta   que   no   entendía   nada   de   la   vida   más   que   ir   de   compras,  pero  después  me







               capturó   la     naturalidad   y   la     frescura     con     la   que     andaba.  Tenía     una     energía   alegre   y









                 curiosa.     Se     movía   rápido     y   no     paraba     de   sonreír.  No   hubiera   salido   a   la     calle     si   no

                 fuera   por   Juanita,   que   con   su   sonrisa   perfecta   y   luz   natural   iba   por  las  calles  de  India
                 con   su   estilo  completamente  western  sin  importarle  las  miradas,  ni  qué  hacía  ni  dónde









               estaba.  Ni     taparse   los     hombros,   ni   dejar   de   llamar   la     atención.  Era     fiel   a   su   estilo   y

                 brillaba.
               Si  con  su  look  sexy  y  provocativo  había  sobrevivido  a  India  yo  también  podía  hacerlo.

               Salí  con  ella,  fuimos  a  ver  piedras  y  pasear  un  poco.




                 Después     me   pidió     que     la     acompañara   a     un     lugar,   me   dijo     que   le   iban     a   hacer   un





                 masaje  que  aún  no  había  entendido  en  qué  consistía.
                 -Algo  Ayurveda   -  me  dijo.








               Yo   me     dejaba   llevar,     necesitaba   tomar   confianza   y   ella     me   hacía     sentir   en   casa.  El







                 hombre     nos   convido   Chai   en   unas   tacitas     de     barro     y   ambos     me     convencieron     de


                 hacerme     un   masaje.  Pusieron   aceite     caliente   en     mi     espalda   dentro     de   unos   círculos












               que     hacían     con   arcilla   y   me   hicieron   ver     lo   que   era     estar     en   el   paraíso.   Mi   mente   se

                 volvió  clara  y  calma.  Salí  de  ahí  flotando.



               De     ahí   nos   fuimos   al   Aarti   del   Parmath   Niketan,   uno   de   los   Ashram   más   famosos   de
               Rishikesh.

                 Era     de   noche.  Atravesamos     unos     patios   traseros   de   varias   casas   y   llegamos   a   la   calle





               principal,   que   era   una   callecita   repleta   de   gente,   monjes,   vacas,   puestos   callejeros   de
                 comida  y  locales  con  esculturas  religiosas.
                 “ Ommm  Namahhh  Shivaaya,  Ommm  Namahhh  Shivaaya”




                 El     humo   a     incienso     se     mezclaba     en     el     aire     con   los     mantras   que     salían   desde     todos

                 lados.





               Para     mi   todo     era   nuevo,   las     caras,   los   colores,     las     vacas,     los     cuerpos,     la   gente.  Me



               sentía  en  una  película.
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